(Para mayores de 30)
"Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar..
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el modelo nuevo'.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no.. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo,pegatina en el cabello y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.."
Este texto lo recibí por e-mail y reconoce la autoría de : Eduardo Galeano -Periodista y escritor uruguayo
En internet encuentro que se adjudica la autoría a: Marciano Durám -también de nacionalidad uruguaya.
Realmente el texto es válido para pensar ...por lo que me decido a publicar y quien sea el autor se lleve todos los elogios que se merece .
No es para pensar que las costumbres antiguas son mejores o que las actuales no sirven , porque evidentemente el mundo ha evolucionado y hay cosas que ...gracias !!! que han cambiado , pero a mi entender está el hecho que todo se deshecha...y estamos dejando un mundo lleno de "basura " de todo tipo .
Personalmente les digo que soy bastante "guardadora" y eso que he tenido que dejar por el camino muchas cosas que a veces me gustaría haber guardado ...pero hay que "evolucionar" pensando en qué mundo queremos dejar !
Encontré una página dónde se pueden aclarar recordar algunas cosas que nos servirá para el mejoramiento de la ecología http://www.cibermitanios.com.ar/2008/05/eco-logos-ecologia-en-50-imagenes.html
Un abrazo de osa para tod@s !!!!
"Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar..
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el modelo nuevo'.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no.. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo,pegatina en el cabello y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.."
Este texto lo recibí por e-mail y reconoce la autoría de : Eduardo Galeano -Periodista y escritor uruguayo
En internet encuentro que se adjudica la autoría a: Marciano Durám -también de nacionalidad uruguaya.
Realmente el texto es válido para pensar ...por lo que me decido a publicar y quien sea el autor se lleve todos los elogios que se merece .
No es para pensar que las costumbres antiguas son mejores o que las actuales no sirven , porque evidentemente el mundo ha evolucionado y hay cosas que ...gracias !!! que han cambiado , pero a mi entender está el hecho que todo se deshecha...y estamos dejando un mundo lleno de "basura " de todo tipo .
Personalmente les digo que soy bastante "guardadora" y eso que he tenido que dejar por el camino muchas cosas que a veces me gustaría haber guardado ...pero hay que "evolucionar" pensando en qué mundo queremos dejar !
Encontré una página dónde se pueden aclarar recordar algunas cosas que nos servirá para el mejoramiento de la ecología http://www.cibermitanios.com.ar/2008/05/eco-logos-ecologia-en-50-imagenes.html
Un abrazo de osa para tod@s !!!!
Involucrarse es parte de un mundo mejor !!!!
...Y cuál es tu opinión ?...
Hola Cristina me encanta este texto de Galeano ya lo habia leido pero me encanto recordarlo siempre descrubo algo nuevo al leerlo yo soy super guardadora y me encanta serlo
ResponderEliminarte dejo un beso grande
Es buenísimo, me voy a hacer un resumen y en cuanto pueda lo utilizo en clase, a muchos niños les hace falta pensar un poco. Besos
ResponderEliminarTotalmente cierto, lo publico en el face, me ha gustado.
ResponderEliminarhola!
ResponderEliminarme encanta!! me gustó re-leerlo!
aunque tengo 40 hay muchas cosas que si viví igual!! je je je!!
hay muchas cosas más que me encantaría guardar, pero vivo en un apartamento así que tengo muchos límites, al menos ahora vale reciclar!!
gracias por tu visita y tus amorosas palabras!!
cariños desde Chile
c@
hola Cristina, ja! ja! ja!,
ResponderEliminarcreo que todos los que pasamos de los (vamos a decir 35) yo cuento doce mas...no tenemos necesidad de memorizar este texto, lo sabemos todos, y la tierra hace dias que nos manda llamar a la prudencia que no tenemos muchos,... creo que aunque reciclamos, nos quedan muchisimo por mejorar (yo la primera), compramos por internet sin ver lo que compramos...pero si en la tienda pides verlo viene todo tan precintado que hasta te mira el dependiente mal...no cosemos no arreglamos...pero como bien dice el texto...donde estan los que lo hacen(artesanos la mayoria) tienes que pagar lo que te vale uno nuevo...y si viene del mercado chino aun lo tienes mas barato...esto es el pescado que se muerde la cola ...optamos por la comodidad...y esta nos va a llevar...a no se donde no quiero pensarlo tengo hijos...y a pesar de mis primeras risas para mi es muy serio, guardas y guardas piezas nuevas juguetes, bicis ropa, y nadie quiere nada de segundas es inaudito, nosotros vivimos bien y mis hijos o yo misma aprovechamos cosas o ropa de mis amistades y ellas de nosotros,(si dejamos la ropa nueva) ofreces a gente que tiene una situacion algo precaria( en mi pueblo hay mucha inmigracion) y no lo quieren prefieren comprar nuevo , ....sinceramente, no se donde vamos a llegar....un beso a todos.
Cristina, ahora que veo mi comentario...pido disculpas por la perorata.pero el tema me puede.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Cristina Gracias por visitar mi blog, me he hecho seguidora tuya, me encanto el texto, me siento identificada con el, soy de las que lo guardan todo aun sabiendo que no lo utilizarán.
ResponderEliminarBesitos y estaremos en contacto, hasta pronto
Hola Cristina muy interesante el texto me gusto leerlo ,.. aunque tenga justo 30 yo tambien suelo guardar cosas y me en canta reciclar
ResponderEliminarsaludos y buen fin de semana para ti
Hola Cristina en mi blog tienes un premio, que pases un buen fin de semana, besos
ResponderEliminarAsí se habla! Clarito y con las palabras adecuadas. Te entiendo amiga, pero no podemos luchar contra todos, los que vienen detrás de nosotros, de nuestra generación y los que les sigan creo que aún serán peores. Nos ha tocado vivir esto y por mucho que reciclemos, hay veces que nos cuesta más caro arreglar que comprar uno nuevo... No sé cariño, pensaré en esto vale?
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Besitos
Nos han metido en una vorágine donde si no compras y no vas a centros comerciales estas totalmente desfasada. Pienso que no hay peor idiotez que olvidar nuestros origenes. Yo me acuerdo de las historias que me contaba mi abuela, cuando realizaban la matanza en el pueblo y guardaban absolutamente todo porque tenían que tener para todo el año hasta que volvieran a hacer matanza, y como las señoras remendaban y conservaban sus vestidos y calzados. No hace tanto que pasó esto, hará 80 años, esto no es mucho eh!. Y también recuerdo la niñez de mi madre que me decía que todas los Reyes le regalaban su única muñeca de cartón piedra y un pañuelito. Eso hace menos, cincuenta años. Y de esta realidad hemos pasado al extremo absoluto, a tirarlo todo en cuanto no nos gusta o pasa de moda. Yo soy joven relativamente 39 años y me niego en rotundo a subirme a esa vorágine, a todos nos gusta estrenar, pero en su justa medida y por necesidad. Y mi reflejo le servirá a mis hijas a valorar cada día lo que tenemos!
ResponderEliminarun beso cristina, me encanta tu blogggggggggg!!!
Es buenisimo!! Muchas gracias, amiga.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Gracias Cristy por esta reflexión, Y me llevo tu abrazo y me voy pensando.
ResponderEliminarNo cnocía el escrito pero me ha encantado leerlo... es un placer que haya personas todavía que claman por vivir de una manera más sencilla y natural... Yo recuerdo todo eso y cuando voy a la casa de mi niñez que todavía pertenece a la familia da gusto revivir todo ello. No es que esté mirando al pasado siempre porque hay que vivir en presente, pero me gusta recordar las cosas buenas que he tenido como la risa de mis padres y los juegos con ellos alrededor de una vela cuando se iba la luz... las comidas sencillas pero sabrosisimas que hacia mi abuela o mi madre.. la vieja radio blanca que esa si que era vintage...como se dice ahora a lo antiguo pero a la que escuchabamos todos con gran alegría la vieja labadora que había que desaguar.. un monton de recuerdos que me hace valorar lo que he tenido y lo que tengo y vivir en un estilo de vida diferente a lo que marcan los canones actuales ... pero en la que yo me siento más feliz. Una maravillosa entrada Cristina. Gracias. Besitos.
ResponderEliminarNIña, dónde andas que se te hecha en falta.
ResponderEliminarQue entrada Cristina!!!! perdón que recién pude entrar, pero por lo menos no me la perdí!!! me siento taaaan identificada, todo guardo, todo sirve, en mi cocina es el 2° cajón, va todo lo que no tiene lugar predeterminado, por las dudas de que sirva,jaja, pero bien que cuando en mi casa necesitan algo a quién le piden??? a la que saben que guarda toooodo, que se le va a hacer, el mundo cambia, pero a uno le cuesta acostumbrarse, cuando hay que cambiar algo sólo porque pasó de moda, digo porque???? si funciona bien, en fin igualmente creo que yo no voy a poder cambiar, voy a seguir guardando, besos y que tengas una linda semana
ResponderEliminarqhola!!!! que precioso tu blog soy nuevita podria decirce,me gusta todo lo que haces mil besos!!!!
ResponderEliminarhola Cristina,
ResponderEliminarvuelvo apasar por aqui para decirte que tienes un regalo en mi blog como agradecimiento por dejar siempre unos minutitos de tu tiempo en mi blog, en forma de comentario y que tanto agradezco...besos.
Grande Galeano y grande tu por compartirlo (^.-)
ResponderEliminarCuanta razón!!!
Creo que nos hemos equivocado dándoles todo lo que nosotras no teníamos....
Yo sigo guardando...
Nunca sabes lo que vas a necesitar...
Disfruta de la Semana Santa
Besinos
Estuve 20 días sin compu.... pero les dejé una tarea ... " pensar"" !!!!!
ResponderEliminarLas extrañé un montón !!!
Un abrazo de osa